Mejores aires para Buenos Aires

2 de Junio de 2020

Iniciando el experimento. El ASPO ofrece la oportunidad de medir la calidad del aire con actividad y circulación vehicular reducida. En etapas posteriores del aislamiento, se harán nuevas mediciones. Fotos: GCABA.

 La Ciudad medirá la calidad del aire con sensores en bicicletas. Como parte del Experimento Participativo de Monitoreo del Aire, se analizará la calidad del aire durante la vigencia del aislamiento social y se compararán los valores en las distintas etapas del aislamiento. Es una iniciativa conjunta de la Nación, la Ciudad, el PNUD en Argentina y la Universidad de Cambridge.

El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) firmó un Memorando de entendimiento con el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación, la Secretaría General y Relaciones Internacionales de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y la Universidad de Cambridge para desarrollar un experimento participativo de monitoreo de la calidad del aire en la Ciudad de Buenos Aires. El objetivo es evaluar la contaminación del aire en el antes y el después de la cuarentena.

El experimento consiste en el desarrollo de sensores de bajo costo que fueron instalados en bicicletas. La iniciativa busca evaluar la calidad de aire durante el proceso de levantamiento de las medidas de aislamiento social adoptadas en el marco del COVID-19. De esta manera se intenta mapear la evolución de la contaminación a medida que avanza la cuarenta y, posteriormente, trazar corredores de cambio climático en zonas urbanas, estableciendo una estrategia para comprender el alcance y las limitaciones de las mediciones.


Un estudio presentado por el PNUD Latinoamérica en base a datos de World's Air Pollution demuestra que en muchas de las ciudades más contaminas de la región, la calidad del aire ha mejorado significativamente a partir de los decretos de cuarentena. En Argentina, existe poco conocimiento sobre la contaminación del aire ya que las mediciones son muy limitadas debido al alto costo que tienen los aparatos de EPA (Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos).

Este experimento que se abrió paso en la Ciudad de Buenos Aires a partir de la firma del Memorando se funda en el reconocimiento de importancia que tiene brindar evidencia técnica para que la ciudadanía acceda a información suficiente que le permita conocer la calidad del aire que respira, la relación de la contaminación con el cambio climático y las dinámicas urbanas.

El proceso de cooperación técnica se remonta al mes de abril cuando estudiantes avanzados de carreras de ingeniería y licenciaturas afines de la Universidad de Buenos Aires y la Universidad Nacional de San Martín recibieron una capacitación sobre la temática y su relación con el cambio climático por parte expertos de Cambridge. Estos viajaron a Argentina para realizar el workshop en el que, además, se ensamblaron 20 sensores a los que luego se les realizo un testeo de calidad para corroborar su funcionamiento en cooperación con la Embajada de Estados Unidos, que posee una estación de monitoreo EPA calibrada. Los instrumentos se ensamblaron a partir de partes diseñadas por open-seneca (open-seneca.org) de la Universidad de Cambridge en colaboración con UK-Canada Fellows.

Antes y después de cuarentena

Los sensores se entregaron a voluntarios de la sociedad civil luego de un proceso de selección que se realizó en base a su recorrido diario de bicicleta en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y zonas aledañas con el fin de que se generen mapas de contaminación del aire.  


El experimento tendrá dos fases con dos dimensiones de comparación. En una primera fase, se evaluará cómo varia la calidad del aire de acuerdo con la existencia de tránsito o no. En una segunda fase, a su vez, se evaluarán los mismos recorridos, pero luego de la apertura de la actividad económica y la movilidad de las personas.

A partir de este acuerdo quedó establecido un marco de cooperación que ayudará a fortalecer los sistemas de monitoreo y control de la contaminación, la acción por el clima y la promoción de la participación ciudadana en el desarrollo de política públicas. Con el mismo espíritu se espera que este tipo de acciones fortalezca los esfuerzos nacionales y subnacionales para acelerar el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible en el marco de la Agenda 2030.