Covid19 y sus efectos desiguales en el trabajo

28 de Marzo de 2022

El cierre físico de guarderías y escuelas tuvo un efecto diferencial sobre ellas debido a que intensificó la sobrecarga en tareas de cuidado, domésticas y de acompañamiento escolar, limitando aun más el tiempo que disponen para realizar actividades remuneradas. Foto de Autor desconocido bajo licencia CC BY-NC

Covid19 y sus efectos desiguales en el trabajo: reflexiones sobre la inclusión laboral en la postpandemia

La irrupción del Covid19 generó un fuerte impacto en el mercado laboral argentino. Los mayores efectos se produjeron en el segundo trimestre del 2020 -debido a que fue el periodo más restrictivo de las medidas de distanciamiento social- con una marcada reducción de la actividad y el empleo, y un incremento de la desocupación. A pesar de que se implementaron diferentes acciones dirigidas a la protección del trabajo, la magnitud del impacto no fue igual para todos. ¿Cuáles fueron las poblaciones más afectadas? ¿Qué políticas tienen el potencial de promover una mayor inclusión laboral en la post pandemia?

La más reciente publicación de la Serie Políticas para la Recuperación del PNUD Argentina, “Trabajo y Desarrollo Sostenible. Impacto Covid y desafíos post pandemia”, muestra que la pandemia profundizó desigualdades preexistentes, produciendo efectos heterogéneos sobre la fuerza laboral que se vinculan de forma estrecha con la condición laboral, el género, la edad y la educación formal.

El empleo informal se contrajo un 43,3% entre el segundo trimestre de los años 2019 y 2020.  Esta contracción se vincula con las restricciones de movilidad que afectaron más directamente a algunos sectores con una alta proporción de informalidad, como fue el caso de la construcción y el trabajo doméstico, y a que la mayoría del empleo informal en el país requiere de presencialidad física.

Por el contrario, el empleo formal no fue afectado por cambios que se condicen con la magnitud de la contracción del producto bruto interno en el 2020, registrando una caída del 4,6%. Esto se debió en gran parte a las provisiones legales que prohibieron los despidos y a las medidas brindadas mediante asistencia a empresas y sostenimiento de salarios.

La pandemia profundizó, también, la segmentación en la fuerza laboral como consecuencia de la baja compatibilidad para teletrabajar entre las y los trabajadores en situación de informalidad. Los datos en este sentido son relevadores: mientras que el 78% de las personas con un empleo formal en el 2020 realizaron tareas compatibles con el trabajo remoto, entre quiénes se encontraban en situación de informalidad este porcentaje se redujo a más de la mitad, 22%.

La pandemia afectó especialmente la participación económica de las mujeres y las horas que trabajan de forma remunerada. La variación entre el tercer trimestre de 2020 y el tercer trimestre de 2019 fue de -8,8% en la participación laboral y de -9,1% en las horas semanales trabajadas, mientras que entre los varones fue de -7,1% y de -5,7% respectivamente (PNUD 2021, en base a la EPH). El cierre físico de guarderías y escuelas tuvo un efecto diferencial sobre ellas debido a que intensificó la sobrecarga en tareas de cuidado, domésticas y de acompañamiento escolar, limitando aun más el tiempo que disponen para realizar actividades remuneradas.

Entre los jóvenes, el desempleo entre trabajadores hasta 29 años duplicó a la tasa adulta (11,7% versus 21,2%), debido a su alta participación en empleos informales y trabajos presenciales de menor capacitación, como así también por su salida al mercado laboral para complementar ingresos familiares. Asimismo, el porcentaje de personas que conservaron un empleo formal entre el 2019 y el 2020 fue visiblemente mayor entre trabajadores con educación media en relación con aquellos que no finalizaron el ciclo secundario, presentándose una diferencia de 14,6 puntos porcentuales.

La irrupción del Covid19 abre una ventana para reflexionar sobre la agenda de políticas sociales en el país de manera que las mismas puedan brindar una protección adecuada a la población en situación de mayor vulnerabilidad, y al mismo tiempo, favorecer la creación de empleos formales que contribuyan a una reducción sostenida de la pobreza. Si bien dos años después del inicio de la pandemia se observan tendencias de recuperación sobre el mercado de trabajo, revertir los efectos heterogéneos generados por la pandemia requiere de políticas innovadoras orientadas a traccionar la generación de empleo decente.

A partir de los hallazgos de este nuevo documento, se plantea una agenda de políticas con énfasis en cinco ejes: (1) Focalizar políticas de inclusión socio-productiva a través de acciones orientadas a la inserción de las poblaciones locales dentro de la matriz productiva territorial y cadenas de valor existentes. (2) Promover iniciativas que reconozcan y jerarquicen el trabajo no remunerado (trabajo doméstico, de cuidados, socio-comunitario y de la economía popular), para redireccionarlo hacia condiciones que aseguren un trabajo decente. (3) Expandir políticas que promuevan la inversión en primera infancia, favoreciendo la inclusión laboral de las mujeres y fomenten una distribución más justa de las tareas de cuidado. (4) Desarrollar políticas integradas de capacitación y orientación laboral, orientadas a la terminalidad educativa. (5) Impulsar acciones orientadas a un mayor y mejor acceso y uso de las tecnologías digitales entre trabajadores en situación de informalidad.

El PNUD Argentina está comprometido en la recuperación socioeconómica a través de la promoción de la igualdad y la inclusión social, el fortalecimiento de las capacidades de los gobiernos y la promoción de una transición con soluciones basadas en la naturaleza. Desde el inicio de la pandemia hemos trabajado junto al gobierno nacional y administraciones subnacionales en acciones de asistencia técnica y programática en distintos niveles y sectores, redes de intercambio de experiencias globales, y, articulación y generación de alianzas. En este marco, hemos apoyado iniciativas y proyectos con enfoques innovadores que impulsan el desarrollo local y la recuperación del mercado laboral -con especial énfasis el empoderamiento económico de las mujeres, la participación de los jóvenes y la integración de personas en situación de vulnerabilidad- cambios en los paradigmas sobre los roles de género, y, la inclusión digital y financiera.

Continuando el camino que iniciamos hace 20 años en el país, elaboramos este nuevo documento que completa la Serie Políticas para la Recuperación, con el objetivo de incentivar la reflexión y el debate. Nuestra intención es sugerir caminos, inspirar ideas y brindar propuestas para la Argentina futura.