Ciencia ciudadana ambiental en Argentina: el mapeo como puesta en valor

7 de Diciembre de 2021

Argentina tiene un ecosistema sumamente rico de ciencia ciudadana, y los proyectos ambientales representan una de sus mayores expresiones. Foto: Co-LAB Arg.

Por Ma. Verónica Moreno - Jefa de Mapeo de Soluciones - AccLabPNUDArg @mveronicamoreno

Construcción de conocimiento colectiva y abierta como principio; mapeo como resultado

¿Hace falta un entrenamiento formal para convertirse en un especialista en un tema? La respuesta es no. La construcción de conocimiento puede derivar del conocimiento que surge de la experiencia en una problemática, pero también puede ser una empresa colectiva y abierta a todas las personas que deseen participar. Cualquiera puede contribuir a un mayor entendimiento sobre un problema y realizar tareas científicas, tales como hacerse preguntas, observar lo que nos rodea, realizar mediciones, etc. De eso se trata la ciencia ciudadana.

Argentina tiene un ecosistema sumamente rico de ciencia ciudadana, y los proyectos ambientales representan una de sus mayores expresiones. El Mapeo de Ciencia Ciudadana Ambiental co-creado entre el Laboratorio de Aceleración del PNUD en Argentina, Co_Lab, y el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación (MINCYT) de la Nación quiere darlos a conocer y jerarquizar el valor social de la participación ciudadana.

Mapear supone rescatar lo que se está implementando en los territorios para evaluar la potencialidad de replicarlo o hacerlo crecer. También conlleva la tarea de encontrar aquello que las personas desarrollan y valoran, en lugar de focalizarnos en aquello que debería solucionarse. Los proyectos incluidos abordan distintas temáticas: i) monitoreo ambiental (agua, aire), ii) enfermedades trasmitidas por vectores (mosquitos, vinchucas, roedores), iii) biodiversidad, iv) residuos sólidos urbanos, v) agricultura y vi) ciencia abierta con drones, entre otras. Algunas iniciativas tienen un alcance global y se desarrollan en Argentina; otras son nacionales e incluso hay regionales y/o locales. Los proyectos también se diferencian por ser contributivos (la ciudadanía apoya en la recolección de datos), colaborativos (la ciudadanía participa en la recolección y el análisis de los datos), o bien, co-creativos (la ciudadanía está involucrada en todo el proceso de la investigación).

Sabemos, por experiencia propia, que dentro del mapeo hay iniciativas que tienen el potencial de crecer o inspirar a distintos tipos de actores sociales a sumarse a otras existentes o desarrollar alguna práctica similar. De ahí que queremos interpelar a personas movilizadas por la causa ambiental, a comunidades organizadas que buscan comprender mejor e incidir sobre los problemas que las afectan, y a gobiernos que necesitan contar con evidencia para definir líneas de acción.

 

Ambiente: el momento es ahora

La crisis climática nos debe interpelar al llamado de atención sobre iniciativas que permitan problematizar, estudiar y recolectar datos para impulsar cambios de comportamientos, fomentar la educación intergeneracional donde los niños y las niñas se convierten en agentes de cambio y/o promover hábitos sustentables en sus hogares, incidir en la agenda, co-crear soluciones o proveer instrumentos innovadores y costo-efectivos, capaces de ser utilizados por la política pública.

Muchas iniciativas tienen, entre sus componentes, al trabajo preventivo y/o la concientización sobre diversas problemáticas ambientales. Otras funcionan como herramientas de registro de la biodiversidad donde la participación extendida de la ciudadanía representa un medio para registrar la amplia variedad de seres vivos que habitan nuestro Planeta y, por ende, representa un llamado a cuidarlo, impulsando la conservación. Su alcance puede ser tal que, por ejemplo, un investigador de la plataforma de e-Bird contó que si por sí solo tuviera que compilar la cantidad de información contenida en la plataforma supondría más de 5.000 años de muestreo.

Emovimiento recién comienza: seguimos mapeando y haciendo crecer la ciencia ciudadana

Un movimiento de ciencia ciudadana activo podría ser revolucionario y tener múltiples impactos para el desarrollo sostenible. Solo hace falta imaginar lo que sería contar con una masa crítica de gente, en diferentes lugares, formulándose preguntas de investigación o utilizando o generando instrumentos de monitoreo en tiempo real, sistemas de alerta temprana o mapas colaborativos vinculados al ambiente en sus múltiples facetas, entre otras múltiples posibilidades.

Ya hemos identificado 30 iniciativas de ciencia ciudadana ambiental en Argentina, pero sabemos que seguramente habrá muchas más desarrollándose sobre las más variadas temáticas y modalidades.

¡Queremos conocerlas! ¡Queremos conocerte! Sumáte.