Respiradores artificiales para COVID-19: Innovación y emprendedurismo joven para combatir la pandemia en Argentina

29 de Septiembre de 2020

Esta experiencia, es una clara demostración de que apostar a la innovación y al espíritu emprendedor de jóvenes profesionales, pueden ser una combinación poderosa y una fuerza impulsora para responder a las crisis y contribuir a una recuperación sostenible a largo plazo. Foto: gentileza INVENTU.

 

Por María Eugenia Oviedo, Asociada de Programa, PNUD Argentina  @MaugeOviedo  

Desde el brote de COVID-19, la sociedad argentina en su conjunto ha implementado de manera proactiva medidas para ayudar a aplanar la curva de contagios y de mortalidad en el país. Entre quiénes están a la vanguardia para abordar la crisis, se encuentran las y los jóvenes emprendedores que impulsan soluciones rápidas a través de la innovación, la creatividad y las redes con instituciones públicas, actores del sector privado y organismos internacionales.

El PNUD en Argentina apoya al Estado, el sector privado y la sociedad civil en fortalecer estrategias vigentes e implementar nuevos instrumentos para contener la pandemia y dar respuesta a sus impactos en línea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). En ese marco, bajo el nombre "Un Respiro", un grupo de jóvenes emprendedores de la empresa Inventu junto a la Universidad Nacional de Rosario y con el apoyo del PNUD y actores privados, desarrollaron un prototipo de respirador artificial para el tratamiento de pacientes críticos con COVID-19. El respirador es un modelo económico y de código abierto adaptado a las necesidades específicas que los expertos en salud identifican para el tratamiento de COVID-19 y producido con materiales de disponibilidad nacional inmediata.

Luego de varios meses de probar, mejorar y probar nuevamente, no sin múltiples dificultades, el prototipo de respirador artificial fue certificado ante ANMAT (Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica), la más alta autoridad argentina para la validación de productos relacionados con la salud. A partir de esta certificación, se constató que el respirador es seguro y cuenta con la autorización legal en el tratamiento de casos críticos de COVID-19.

"Por lo general validar un producto de aplicación médica es un proceso de varios años; este proyecto duró 6 meses desde la idea hasta lograr la certificación de la mayor autoridad en el país. Esta velocidad fue posible gracias al esfuerzo de nuestro equipo en Inventu y a la colaboración de organizaciones que pusieron su conocimiento y recursos a disposición. Queremos agradecer el apoyo de PNUD que en un clima de incertidumbre económica en el país nos permitió afrontar los costos de desarrollo y prototipación esenciales para certificar el equipo", dijo Simon Carpman, cofundador de Inventu.

Los respiradores artificiales fueron fabricados con éxito a nivel local por la Universidad del Nordeste en la Provincia de Corrientes, donde se ensamblaron cien máquinas que se utilizaron para cubrir la brecha de demanda del sistema de salud durante un pico de la pandemia. También se distribuyeron respiradores en las provincias de Santa Cruz y Jujuy. El próximo paso es poner en marcha rápidamente el proceso de producción basado en la capacidad industrial existente en asociación con el sector privado y en base a las necesidades que se identifiquen desde el sector de salud.

Esta experiencia, es una clara demostración de que apostar a la innovación y al espíritu emprendedor de jóvenes profesionales, pueden ser una combinación poderosa y una fuerza impulsora para responder a las crisis y contribuir a una recuperación sostenible a largo plazo.

La experiencia de “Un Respiro”, recibió apoyo del PNUD en Argentina, en el marco de la respuesta nacional al impacto por el COVID-19  y constituye un ejemplo de cómo es posible convertir escenarios desafiantes en oportunidades para la colaboración mediante la innovación y el ajuste flexible de los modelos de producción, reorientando los modelos de negocio hacia la sostenibilidad y al mismo tiempo brindando asistencia a quienes más lo necesitan.

Finalmente, cabe destacar a esta experiencia como el resultado de la sostenida inversión en innovación y producción de conocimiento que permite el desarrollo de soluciones concretas para dar respuesta a problemas reales y mejorar la vida de las personas. Desde PNUD estamos felices de poder acompañar a este grupo de jóvenes que nos inspiran a seguir trabajando para promover soluciones innovadoras que contribuyan a un mundo más sostenible.